Pérdida de datos: El ransomware cifra los archivos del sistema informático de la empresa, lo que puede provocar la pérdida de datos importantes. Si los archivos no se han respaldado, la empresa puede perder información vital que podría ser crítica para el funcionamiento diario del negocio.

Interrupción de la actividad empresarial: El ransomware puede afectar la capacidad de la empresa para realizar sus operaciones diarias. Si los archivos cifrados son esenciales para la realización del trabajo, el negocio puede verse obligado a cerrar temporalmente o a reducir sus operaciones hasta que se resuelva la situación.

Pérdida de ingresos: Si la actividad empresarial se ve interrumpida debido al ransomware, la empresa puede sufrir una pérdida de ingresos. Si la empresa es incapaz de llevar a cabo sus operaciones comerciales durante un período prolongado de tiempo, esto puede tener un impacto negativo en su rentabilidad a largo plazo.

Daño a la reputación de la empresa: La aparición de un ataque de ransomware puede tener un impacto negativo en la reputación de la empresa. Si se revela que la empresa no ha tomado las medidas necesarias para proteger sus sistemas y datos, esto puede afectar la confianza de los clientes y proveedores en la empresa.

Costos adicionales: Si la empresa es víctima de un ataque de ransomware, es posible que se deba pagar un rescate para recuperar los archivos cifrados. Además, puede ser necesario contratar a expertos en seguridad para solucionar la situación y proteger el sistema contra futuros ataques, lo que puede resultar costoso.