Las nubes NO DISTINGUEN entre un error o algo intencional, sincronizan automáticamente, replicando cualquier acción (reemplazo, eliminación o movimiento de archivos).
Hay ransomware que serán capaces de encriptar aquello que tenemos en la nube para luego hacerlo irrecuperable.
Alguien con acceso puede dañarnos eliminando archivos y vaciando la papelera de reciclaje, lo que puede resultar en la pérdida definitiva de información.
Aunque la infraestructura de Microsoft es de altísimo estándar y las fallas son poco probables, no se puede garantizar una seguridad absoluta contra posibles errores.
En su documentación Microsoft afirma que se debe mantener respaldos actualizados y de parte de un tercero. Ellos intentan mantener el servicio siempre arriba pero no están exentos de problemas como pérdidas de información o caídas.
Existen múltiples leyes y normas públicas que obligan a las empresas a resguardar información por períodos superiores a los establecidos por las políticas de retención de datos en la nube. Por ejemplo:
Además, muchas empresas, especialmente las transnacionales, tienen políticas internas de retención de información.