Como método de almacenamiento, las nubes públicas y privadas son las más utilizadas por la mayoría de las empresas. Por ejemplo, según datos del Índice de Transformación Digital Empresas del 2021, más de un 60% de negocios en Chile operan con cloud computing.

Aunque ambos servicios responden a las necesidades de las empresas, es necesario conocer sus ventajas y diferencias, en caso de querer operar con ellas.

Nube Pública

Es un servicio que entrega un proveedor externo a varios clientes, y está a disposición de todo aquel que quiera usarlo. La nube pública, que se usa para almacenar información, es administrada de manera remota, y los clientes acceden a ella a través de internet.

Este soporte digital incluye servicios Iaas (infraestructura como servicio), Paas (plataforma como servicio) y Saas (software como servicio).

Con una nube pública ahorrarás en recursos humanos y monetarios, ya que la mantención es externa. Sin embargo, esto último puede acarrear el problema de una excesiva dependencia con el proveedor para mantener tus actividades.

Nube Privada

A diferencia de una nube pública, una nube privada es un servicio que no está compartido con ninguna otra empresa. El cliente tiene uso exclusivo del sistema. La gestión recae en la organización, ya que no cuentan con un proveedor externo para esta tarea.

Como ventaja, al tener el control total del servicio, supone una seguridad más potente. Sin embargo, deberás contar con la infraestructura necesaria, y el equipo, para garantizar una seguridad sólida. 

Una ventaja considerable es que posee un mayor rendimiento. Al no depender de un proveedor externo, la carga de trabajo no se verá afectada en caso de interrupción del servidor. 

Si bien, las ventajas son evidentes, contar un servicio de nube privada implica mayor costo operacional. Tendrás que tener los elementos adecuados, tanto físicos como digitales, para garantizar su usabilidad óptima.